Otro de esos lugares para visitar en Ibiza que no es para los débiles de corazón, especialmente si se acerca desde la tierra, sin embargo, por mar es un poco más fácil.
La historia de Atlantis o Sa Pedrera, para darle el nombre correcto, comienza en el siglo XVI, cuando era una cantera de la que se extraía la piedra y se llevaba en barco para utilizarla en la construcción de las murallas y el Castillo de Dalt Vila.
El nombre de Atlantis se lo pusieron los primeros hippies de los años 50 y 60, que hicieron suyo este lugar como sitio de reflexión y descanso.
A lo largo de los años, los artistas han dejado su huella tallando en las rocas rostros, dragones, llamadas a la paz y otras imágenes simbólicas.
La extracción de la roca también ha dejado agujeros, algunos bajo el nivel del mar, que se llenan con el agua de la lluvia y las olas formando increíbles piscinas naturales.
Justo encima de la Atlántida, hay también una pequeña cueva donde los canteros y más tarde los hippies podían refugiarse de las inclemencias del tiempo.
Sin embargo, llegar a Atlantis a pie no es para los débiles de corazón y supone una bajada bastante pronunciada y la subida de vuelta es especialmente dura en pleno calor veraniego. Si alguna vez tiene la oportunidad de ir por mar, puede amarrar cerca y nadar hasta la cala.
Es muy gratificante y un baño en la piscina artificial es algo que hay que experimentar antes de tumbarse bajo el sol mediterráneo en las formaciones rocosas que rodean Atlantis.