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Ibossim, Ebusus, Yehbisa, Eivissa, Ibiza!
Es evidente que no siempre ha sido el lugar que es hoy. Tiene una larga y rica historia entrelazada con su gente y su arquitectura.
La ciudad (y, por supuesto, la isla) fue descubierta por los cartagineses en el año 654 a.C., lo que la convierte en una de las primeras ciudades de Europa. La llamaron Ibossim. Curiosamente, significa "Ciudad de Bes". Bes era el dios egipcio de la música y la danza. Tal vez tuvieran algo de razón.
Los romanos conquistadores cambiaron el nombre de la ciudad por el de Ebusus en el año 123 a.C. La prueba de ello es que las estatuas romanas custodian las puertas de entrada al casco antiguo de Ibiza.
Con la caída del Imperio Romano en el siglo V, la ciudad cayó en el abandono. De hecho, fue conquistada por los vándalos y los bizantinos hasta el siglo IX, cuando llegaron los árabes. La llamaron Yehbisa.
Quedan vestigios de la dominación árabe, como las murallas y las torres de vigilancia. Aunque su influencia se refleja mejor en el dialecto ibicenco y en el estilo de vestir que todavía llevan los tradicionalistas ibicencos.
En 1235 llegaron los catalanes, trayendo consigo el cristianismo. Sustituyeron las mezquitas por iglesias y construyeron la impresionante catedral de Dalt Vila. También dieron a la ciudad su actual nombre catalán, Eivissa.
Las murallas que rodean Dalt Vila son el resultado de la fortificación del arquitecto italiano Calvi en el siglo XVI. Se construyeron para defender la ciudad de los más frecuentes y brutales ataques de los piratas que asolaban la ciudad.
Estas murallas y la ciudad encerrada en ellas fueron nombradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999, y son un gran ejemplo de la ciudad en su conjunto. Con cada cambio de gobierno, cada cambio de cultura, cada cambio de religión, la nueva etapa no ha borrado la anterior, sólo la ha incorporado al presente.
La opinión general de la ciudad de Ibiza hoy en día es de libertad, empresa y relajación. Cuando los liberales huyeron de la España continental de Franco a la isla a finales de los años 50, la ciudad de Ibiza se convirtió en un refugio para escritores, poetas, artistas y músicos. Este fue el nacimiento de la ciudad tal y como se conoce hoy en día, ya que los clubes nocturnos se construyeron a mediados de los años 60 a lomos de la cultura hippie.